Los trastornos genéticos se originan a partir de anomalías en el código genético. Generalmente, son enfermedades muy raras que padece un grupo ínfimo de la población humana. Y aunque algunas variaciones genéticas son simplemente curiosas, otras son aterradoras y quienes las padecen sufren mucho. Vota por los trastornos genéticos más espantosos.
Es una enfermedad mental bastante aterradora, pues quienes la padecen llegan a creer que realmente están muertos. Es un síndrome de delirio paranoide, y la persona está completamente segura de que murió, que sus órganos internos no funcionan y que de hecho se está pudriendo.
Quienes padecen este síndrome son inusualmente delgados, cotillas más grandes que el común, extremidades y dedos muy largos y una curvatura espinal.
Esta enfermedad genética vuelve el organismo completamente vulnerable hasta el punto de que respirar también es un riesgo. La enfermedad se dio a conocer con la película "El niño en la burbuja plástica", de 1976
El síndrome de hombre lobo o Hipertricosis es una enfermedad rara, en la que quienes la padecen están completamente cubiertos de pelo, a excepción de las palmas de las manos y de los pies. Solo se han documentado 50 casos desde la Edad Media.
Es una enfermedad bastante rara que se caracteriza por el envejecimiento brusco y prematuro en niños entre su primer y segundo año de vida. Uno de cada 7 millones de niños la padece.
Es una mutación genética que hace que que la piel, los músculos y los huesos crezcan de manera excesiva pero no uniforme. Por eso se generan tumores en más de la mitad del cuerpo. Es la enfermedad que sufría el personaje de la película "El Hombre Elefante".
El nombre suena curioso pero es un trastorno neurológico también conocido como micropsia. Afecta la percepción visual, por eso, quien lo padece ve los objetos mucho más grandes y también lejanos.
Quienes padecen esta enfermedad se desmayan al reír fuertemente. Las causas de esta enfermedad apenas están en etapa de investigación, así que se sabe muy poco al respecto.
Se caracteriza por ser un movimiento involuntario e incontrolable de los ojos. No se comprende muy bien la causa exacta de esta anomalía, pero quien lo padece no pueden mantener la mirada fija, sino que realiza movimientos horizontales, oblicuos, rotatorios, verticales, etc. de manera involuntaria.
