Era miembro de la familia Medici, le encantaba el arte y la vida rodeada de lujos. Casi desfalca a la iglesia, lo que es mucho. Pero para equilibrar las cuentas, vendió indulgencias, es decir, vendió el perdón de pecados a los fieles. Asimismo, vendió la posibilidad de sacar a las personas del purgatorio. En ese orden, las familias llegaron a vender todo cuanto tenían para socorrer el alma de sus parientes muertos.