Para el 99, cuando el Internet comenzaba a tomar mucha más fuerza, apareció David L. Smith con un virus informático que denominó Melissa en honor a una stripper que conoció. A este virus también se le conoce como “la bailarina exótica”. Este archivo llega vía correo electrónico como un documento Word que tenía por título “acá está ese documento que me pediste, no se lo muestres a nadie más”. Luego de instalarse desactivaba opciones del procesador de texto y modificaba toda clase de archivos.