Este virus se popularizó en 2001 cuando apareció en medio de un ataque DDoS a la Casa Blanca que dejó todos los servidores infectados. Se instalaba fácilmente en todos los ordenadores que no tenían el parque de seguridad de Microsoft dejando al usuario completamente vulnerable y sin control del equipo. Nunca se supo quién fue el creador de esta amenaza pero generó 3 mil millones de dólares en pérdidas.