El troyano de 2006 se propagaba por medio del correo electrónico como la mayoría de los virus. Cada empresa de antivirus lo apodo diferente, sin embargo, siempre se trató del mismo virus en forma de e-mail que titulaba “230 muertos tras tormenta que arremete contra Europa”. Su función era el de convertir un ordenador en una maquina zombi que quedaba por completo vulnerable y se podía controlar de manera remota por quien había propagado el virus.