Camilla siempre fue el amor verdadero de Carlos, y uno de los motivos por el que su matrimonio con Diana no funcionó. Por décadas, ella fue la amante. Pero finalmente, en el año 2005, con Diana enterrada, Carlos y Camilla contrajeron nupcias. La boda ocurrió sin pena ni gloria y Camilla pasó a llamarse la Duquesa de Cornualles.