Los ingleses siempre han tenido un sentimiento de superioridad racial y cultural, incluso dentro de sus mismos territorios discriminan a los que deberían ser sus iguales, los irlandeses. Además, a las razas que en algún momento fueron colonia inglesa, las siguen tratando como si aún fueran esclavas. De hecho, los que huyeron de la nueva Sudáfrica tras la caída del apartheid, se fueron a Inglaterra para seguir consintiendo su pensamiento racista.