Bienvenido a uno de los lugares del mundo en donde literalmente “No hay nada que ver”. Salvo por las ruinas del castillo Urquhart y un enorme lago en donde podrías darte un baño de agua fría o pasear en bote, no hay más nada que hacer aquí. Claro, que te encontrarás con un humilde pueblo lleno de vendedores que van a ofrecerte toda clase de objetos referentes al mítico monstruo del lago Ness.