La Unión Europea es la superpotencia emergente del nuevo siglo. Muchos analistas y académicos lo han confirmado. Es fuerte, posee una gran población, su economía es lo suficientemente estable y la calidad de vida dentro de los países miembros es casi perfecta. Si lo medimos en términos de seguridad, salud, educación, trabajo y servicios sociales es sin duda la que más sobresale. Tiene un gran alcance global, y una influencia política mundial. Muchos la querrían en el primer lugar simplemente porque cuenta con algunos de los estados miembros más felices de todo el globo.