Película no apta para claustrofóbicos. Los personajes interpretados por Jodie Foster y Kristen Steward encuentran en una habitación su único refugio ante la invasión de unos peligrosos ladrones y asesinos a su casa. La sensación de peligro es palpable de principio a fin y ambas mujeres solas, encerradas e invadidas por el pánico, parecen presa fácil.