Esta superproducción de HBO, BBC y RAI fue merecedora de un BAFTA y dos nominaciones al Globo de Oro, pero no fue suficiente. Solo tuvo dos temporadas entre 2005 y 2007 y la cancelación fue completamente incomprensible. Lo que la serie ofrecía era un relato sórdido con una narrativa de alto nivel, pero le dieron el espacio a otras series más "comerciales".