A última hora de la noche de 2013, el hombre, un ex piloto comercial, piloto de caza y astronauta, miraba el cielo con su familia en Athens, Texas, cuando notó que lo parecía una bola de fuego naranja brillante. Luego de unos minutos, tres objetos similares siguieron la misma trayectoria de vuelo. Tres minutos después, dos objetos más volaron por esa misma ruta. El hombre informó que los objetos no emitían ningún sonido y parecían brillar por el calor atmosférico.