Stephenville, Texas, en la noche del 8 de enero de 2008, docenas de sus residentes vieron algo único en el cielo. Los ciudadanos informaron haber visto luces blancas sobre la Carretera 67, primero en un arco horizontal y luego en líneas paralelas verticales. El piloto local Steve Allen estimó que las luces estroboscópicas se extendían alrededor de una milla de largo y media milla de ancho, viajando a unas 3,000 millas por hora.