Le encanta llamar la atención y mantener la tensión internacional con sus constantes ensayos de misiles. Es un hombre afectado por la paranoia de la guerra y algunos le acusan directamente de piromaníaco. Además, impone a Corea del Norte reglas de lo más peculiares, como por ejemplo, los 28 estilos oficiales de peinado que deben lucir todos los ciudadanos: 18 opciones para las mujeres y 10 para los hombres.