Después del colapso de la Unión Soviética nunca fue la misma, aún así en el 2050 los economistas plantean que se posicionará entre las 10 potencias del mundo. Pero para eso deben ocurrir dos cosas: la población rusa debe seguir creciendo y ya deben existir nuevas formas de energía alternativa y renovable que reemplacen al petróleo.