Joanna Southcott informó haber escuchado voces que predecían eventos futuros, incluyendo los fracasos de las cosechas y las hambrunas de 1799 y 1800. Comenzó a publicar sus propios libros y finalmente desarrolló una secta de hasta 100,000 creyentes. En 1813, anunció que al año siguiente daría a luz al segundo mesías, cuya llegada señalaría los últimos días de la Tierra, a pesar de tener 64 años y, como le dijo a sus médicos, una virgen. Ella murió antes de que un bebé pudiera nacer.