La agencia de inteligencia externa líder de Francia se fundó en 1982, en París, y está financiada con al menos 730 millones de dólares por año. La DGSE demostró ser digna de su presupuesto cuando a principios de la década de 1980 reveló una red de espionaje soviética, considerada una de las redes mundiales más grandes, y la compartió con sus aliados.