El feminismo como discurso académico no se desarrolló hasta mediados del siglo XX. Con los argumentos centrales de que el poder es ejercido por los hombres como un grupo patriarcado, y que incluso los aspectos de la vida hasta ahora considerados como personales o privados deberían considerarse como parte de la política. El feminismo logró revertir el orden social de una manera que ningún movimiento social anterior había hecho.