The Killing comenzó como un drama delictivo apasionante en AMC, pero después de tres temporadas con la red, fue Netflix quien se apresuró a salvar la serie y darle a los fanáticos una cuarta temporada que envolvió las cosas muy bien. O, tan bien como se puede esperar cuando la premisa de su programa depende de resolver un misterioso caso de asesinato, desentrañar un puñado de conspiraciones, llevar a algunas personas poderosas a la justicia y luego resolver otra cadena de asesinatos que (probablemente) se relaciona con la primera de alguna manera.