Esta novela de Truman Capote narra, como si de un reportaje se tratase, el brutal asesinato de los cuatro miembros de una familia de Kansas. La sociedad norteamericana de aquellos años vivió con desesperación, angustia, miedo y desconfianza, un crimen que sugería que cualquiera podía morir asesinado en cualquier momento. Junto a la escritora Harper Lee, autora de Matar un ruiseñor, Capote entrevistó a la policía y a conocidos de las víctimas, aun antes de que se supiera el nombre de los sospechosos. De ahí salieron miles de páginas de anotaciones que irían creciendo. Esta obra fue definida como “Novela Testimonio”, abriendo un nuevo género a la literatura.