Después de la partida de Roger Moore después de un período de siete películas, Timothy Dalton intervino para hacerse cargo. Su debut en The Living Daylights marcó un cambio creativo para la serie, tomándolo en una dirección menos irónica que Moore's Bond, y fue un éxito crítico y comercial. Sin embargo, algunos sienten que realmente no capturó al personaje de una manera tan memorable como sus predecesores. No es de extrañar que su segunda película como 007, Licencia de 1989 para matar, marcara su última aparición en la franquicia, preparando el escenario para un paréntesis de seis años que no terminaría hasta que Pierce Brosnan fuera elegido.