Thomas Savery patentó la primera máquina de vapor práctica en 1698. Fue uno de los mayores inventos realizados por un hombre que lo convirtió en una de las personas que han cambiado el mundo. Más tarde en 1781, James Watt patentó una máquina de vapor mejorada y pasó a alimentar uno de los saltos tecnológicos más trascendentales en la historia de la humanidad durante la Revolución Industrial. Durante la década de 1800 estos motores conducen a una mejora en el transporte, la agricultura y las industrias manufactureras. Más tarde, el principio básico de la máquina de vapor preparó el escenario para innovaciones como motores de combustión interna y turbinas de chorro, que impulsaron el auge de automóviles y aviones durante el siglo XX.