Fue el mayor suspenso en la historia de la televisión, y el público nunca lo olvidará jamás. Al final de la temporada cinco, Jon Snow yacía muerto, traicionado por la Guardia de la Noche. Todos esperaban que volviera a la vida en el episodio inicial de la sexta temporada, pero nos dejaron boquiabiertos hasta el episodio dos. Valió la pena la espera.