Ilham Aliyev sucedió en el poder de Azerbaiyán al ex-líder soviético y dictador Heydar Aliyev. Básicamente heredó el poder como si fuera una monarquía, pues se trataba de su padre. Tal y como lo hizo su padre, Ilham Aliyev mantiene a la nación aislada, sin posibilidades de aperturas al mundo occidental y moderno.