El tsunami / terremoto de 2011 dejó un saldo de 15.000 muertos. Tokio había invertido miles de millones en infraestructura a prueba de sismos, pero no fue suficiente para contener la furia de la naturaleza. A 100 km de la costa, las placas tectónicas detonaron una masa de agua que terminó por producir olas inmensas que arrasaron con todo.