Retuvo el poder por cientos de años y fue el centro de una cultura sofisticada, arquitectura, filosofía y ciencia. Pero en contra parte, en este imperio se cometieron actos atroces, como las sangrientas peleas de gladiadores o la caza y martirio de los cristianos. Entre los emperadores más despiadados, Calígula y Nerón se pelean por el puesto.