El hacerse invisible es un fantástico poder, y puede resultar muy útil, sobre todo en momentos bochornosos en los que en verdad deseamos que nadie nos vea. Sin embargo, este poder tiene un pequeño inconveniente y es que a menos que tengas la capacidad de que tu ropa se haga invisible junto contigo tendrás que estar completamente desnudo a donde quiera que vayas. Tendrás que tener mucho cuidado en donde decides hacerte visible nuevamente.